El 24 de julio de 1982, en la comunidad de Salto Grande, en el municipio de Bonanza, se tiñó de luto al ser testigos del vil asesinato de siete valientes compañeros a manos de la contrarrevolución. Entre las víctimas se encontraban:
- Cristina Rugama
- Aarón Toledo Reyes
- René Hoey Díaz
- Arístides Cruz Rúgama
- Ramón Mendiola
- Lázaro Ochoa
- José Xenón
Aquel fatídico día de julio, el ambiente aún resonaba con la euforia del tercer aniversario del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista. En Salto Grande, los compañeros, entre ellos el reservista René Hoey, quien desde niño enfrentó la polio; Lázaro Ochoa, otro valiente reservista; Aarón Toledo Reyes, de apenas 14 años y miembro activo de la Juventud Sandinista 19 de Julio; Arístides Cruz; Ramón Mendiola, dedicado minero; y María Cristina Rugama, integrante de la Asociación «Luisa Amanda Espinoza», preparaban una actividad recreativa para los niños de la comunidad.
Brenda Rocha Chacón, la única sobreviviente de este ataque, había decidido junto a Aarón y René, regalar una tarde especial a los niños de la escuelita de Salto Grande. Con entusiasmo, planearon piñatas, bocadillos y horchata. Sin embargo, el enemigo acechaba.
El Ataque
A las 4:45 pm, más de 40 contrarrevolucionarios abrieron fuego. Las armas, empuñadas con odio, segaron las vidas de estos héroes. El dolor y el sufrimiento se apoderaron de Bonanza mientras el cielo se oscurecía con las lluvias propias del crudo invierno de julio.
El Legado de los Héroes
Los cuerpos de los mártires fueron velados en el polideportivo, acompañados por música revolucionaria. María Cristina Rugama dejó tres hijos huérfanos, René tres, Lázaro dos, Ramón uno, mientras Aarón, Arístides, José y Arturo Toledo dejaron un legado de madurez y compromiso ideológico. Brenda Rocha perdió un brazo en el combate, pero su espíritu se mantuvo firme.
Hoy, gracias al proyecto revolucionario, hay escuelas, caminos y una constelación de Héroes y Mártires que guían e inspiran los tiempos actuales. Sus sacrificios no fueron en vano. Ellos no dijeron que morían por la Patria, simplemente pasaron a otro plano de vida y desde allí inspiran nuestros caminos.
La UV municipal de Bonanza rinde homenaje a estos valientes compañeros con este escrito, recordando siempre su lucha y compromiso por una patria libre y soberana. Que su ejemplo nos guíe y fortalezca en la construcción de un futuro mejor.